Fe, enfoque, y libertad financiera para nuestro hogar

Padres

Podemos mezclar fácilmente nuestras prioridades y centrarnos en el éxito financiero como nuestra primera y más importante prioridad. Muchos asesores conocidos nos están diciendo que deberíamos hacer nuestro objetivo ser millonarios. Esa es la prioridad equivocada. Dios puede permitirnos convertirnos en millonarios, pero ese no debe ser nuestro objetivo principal. Nuestro trabajo es ser fieles administradores de lo que Él nos da para administrar en Su nombre y usar nuestras finanzas como una herramienta para ayudar a maximizar el impacto que tenemos para Dios mientras vivimos el enfoque al que Él nos ha llamado.

Dios deja claro que quiere que primero pongamos nuestra fe en Su Hijo Jesús. En segundo lugar, nos llama a centrarnos en la vocación única para la que nos creó. En tercer lugar, nos invita a vivir en libertad financiera para que podamos maximizar nuestro impacto para Él.

Paso 1: fe

Nuestras vidas solo tienen sentido una vez que llegamos a conocer a nuestro creador. Dios nos dice que la única manera de conocerlo es a través de la relación con Su Hijo, Jesús (Juan 3:16). Sin esta relación de fe, nuestras vidas nunca serán completamente satisfactorias, nuestros logros estarán vacíos de propósito y no encontraremos una satisfacción duradera (Juan 10:9).

Paso 2: enfoque

Dios nos creó a cada uno de nosotros de forma única y tiene tareas y metas específicas en las que quiere que nos centremos (Filipenses 2:13, Proverbios 8:14). Su deseo es usar nuestros dones y habilidades únicas como parte de Su plan para mostrar Su amor a un mundo lleno de necesidades e invitar a todos a comenzar una relación con Su Hijo. Tenemos que tomarnos el tiempo

Paso 3: libertad

Dios nos dice claramente que Él es dueño de todo (1 Crónicas 29:11-15) y que somos Sus administradores de todo lo que Él pone en nuestras manos para manejar. Ha establecido principios claros que nos permiten determinar cómo es la administración efectiva, incluyendo cómo damos, cómo invertimos y cómo gastamos. Seguir estos principios nos permite vivir en libertad financiera y cumplir plenamente los planes en los que Él nos pide que nos centremos, sin que nuestro impacto se limite por errores financieros y mala gestión. Hagamos que nuestro objetivo sea ser administradores fieles mientras vivimos nuestro enfoque dado por Dios y confiamos en Él para decidir cuánta riqueza nos pedirá que gestionemos en Su nombre para pedirle que nos muestre en qué quiere que nos centremos ahora y a largo plazo. Pedirle a Dios que confirme nuestro enfoque debería ser una conversación regular. Con demasiada frecuencia, nos centramos en lo que es más fácil, lo que está de moda o lo que creemos que traerá más dinero. Necesitamos usar los regalos que nos dio para lograr sus planes para nosotros.

Puedes acceder a toda esta revista en forma gratuita aquí: Edición 45

 


Publicación más antigua