Niños defensores de su fe

Padres


¿Cómo enseñar a nuestros niños, apologética (la defensa de la fe)?

Uno de los temas que se enseña en los colegios tiene que ver con la ciencia y la existencia del hombre, de dónde nace o viene este, siendo el primer encuentro que el niño tiene, donde su fe es confrontada. Puesto que nuestros niños han recibido la enseñanza sobre la creación del hombre por Dios, no obstante, los colegios enseñan la evolución del hombre; en este punto, como padres, debemos hacer una intervención para descartar esta enseñanza recibida en su colegio. Si bien es necesario que el niño conozca y que entienda que es solo una teoría —y cuando nos referimos a teoría significa que es un conjunto de hipótesis, que no están comprobadas para que se transformen en ley (ley de la gravedad)—, entonces, primero reforzamos que es una teoría, segundo debemos explicar las debilidades de esta teoría, puesto que se plantea que la vida se origina primero desde una explosión (Big Bang) y que desde ahí empieza un largo proceso como una gran cadena de acontecimientos que dieron como resultado todas las diferentes formas de vida que tenemos hoy; reino animal, reino vegetal, etcétera. Tercero, usamos los parámetros científicos que tiene el Método Cartesiano, del filósofo René Descartes. Este método tiene como estructura:
  1. La duda metódica: este primer paso consiste en cuestionar todo lo que sabemos sobre el problema que queremos resolver.
  2. La división en partes: una vez que hemos cuestionado nuestras certezas, el siguiente paso es dividir el problema en partes más pequeñas y manejables.
  3. La resolución de cada parte: el tercer paso consiste en buscar soluciones específicas para cada una de las partes del problema.
  4. La síntesis de las soluciones: finalmente, el último paso del Método Cartesiano consiste en unir todas las soluciones encontradas en un todo coherente y consistente.
Entonces, usando este método científico lo aplicaremos a la evolución del hombre, cómo esta evolución nos genera dudas, debemos cuestionar lo que queremos resolver, entonces, lo primero es: ¿qué tipo de vida tenía el hombre antes de tener todas sus partes del cuerpo? ¿Cómo era? Acá dividimos el problema, como nos dice este método, ¿qué fue primero en la evolución del hombre, el corazón o el cerebro? Y ¿la sangre por dónde fluía?, puesto que la evolución nos propone que fue un largo proceso, hubo un momento en el que el hombre no era completo como lo somos hoy. Otro problema que complica más a esta teoría es, ¿cómo se procreaban si no tenían completo el sistema reproductivo? ¿Cómo nacían las nuevas generaciones? Acá se rompe la cadena y hay grandes vacíos de esta teoría.
Según este método, no encontramos soluciones claras para dar una respuesta sólida a la evolución del hombre, puesto que no podemos unir todas las partes de forma coherente, como nos demanda el sistema cartesiano, porque hay muchas dudas inexplicables. Para creer en esta teoría, tendríamos que acuñar la frase “tener una fe científica” y esto no lo aceptaría la ciencia, ya que el Método Cartesiano plantea que si no cumple con estas cuatro reglas debe ser desechada. Entonces, hemos aplicado el método científico para su propia teoría y debemos desecharla.
Por último, los padres debemos educarnos en las diferentes áreas; bíblica científica, histórica y filosófica para conocer los pensamientos y los conceptos usados, para formular una buena defensa de nuestra fe, ahora, el desafío es de los padres: ¿cómo llevamos a la mente del niño lo que hemos planteado? Debemos exponerlo de tal manera que lo entienda y que reciba la existencia del hombre, siendo más coherente, como lo explica la Biblia. Dios nos creó, en conclusión, con respecto a esta teoría revisada anteriormente es muy cuestionable, puesto que el ser humano no puede vivir en plenitud de su salud, si le falta uno o más órganos en el cuerpo, el hombre se desarrolla bien con todas las partes de su organismo interna y externamente. Dios creo al hombre.
La apologética para niños se debe fortalecer hasta que sea normalizado en las familias cristianas.

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto” (Génesis 1:31 RV60)

Puedes acceder a toda esta revista en forma gratuita aquí: Edición 42


Publicación más antigua Publicación más reciente