Tu hogar la empresa más importante

La enseñanza de Dios en su Palabra es: “Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará”
(Proverbios 22:6 NIV).

Dios, nuestro creador, conociendo su creación nos exhorta a dirigir nuestros hijos con amor por el camino del bien que es Jesucristo. La obediencia a su Palabra y a sus principios es la base en la que se edifica una vida con propósito. Sin embargo, en este tiempo, los niños, jóvenes y adultos, invierten horas en la Internet, pero les dedican solo unos pocos segundos en demostrarle el amor y la instrucción que necesitan los hijos para crecer sanos emocional y espiritualmente.

La Internet ha traído muchas cosas buenas para quienes la usamos responsablemente, pero está dañando y destruyendo a los integrantes del núcleo familiar, poco a poco con enseñanzas sutiles como ésta que dijo uno de los personajes de un programa para niños: “Cuando leo ‘No’, es como si dijera ‘Sí’ ”.

Con ese argumento se tiró a nadar desde un puente una joven que fue retada a hacerlo por uno de sus fanáticos, aunque había un letrero que advertía: “No se permite nadar”.

Cuando alguien que no ha desarrollado unos principios de respeto a la autoridad ve esa escena, la enseñaza que recibe es la de desafiar la autoridad. Hoy día, los hijos pequeños y grandes están siendo enseñados y cuidados por la Internet mientras los adultos viven entretenidos en sus trabajos. Sin percatarse de que sus hijos están corrompiéndose por las malas influencias que reciben de los encargados de redactar los libretos de los diferentes sitios de Internet.

¡Nuestros hijos son un tesoro muy valioso que Dios mismo nos regala para que le demos la forma espiritual y emocional conforme a su imagen y semejanza!

Pero, solo si nosotros hemos tenido una relación personal con Dios, podemos darle la forma que Dios nos describe en su Palabra. Nadie puede enseñar lo que no conoce. Dios es quien nos llena de su amor y nos da la sensibilidad para aprender a contar nuestros días, de tal manera que podamos valorar cada segundo de nuestra vida y podamos aprovechar el tiempo escribiendo en el corazón de nuestros hijos con nuestro ejemplo, todos los principios necesarios hasta convertirlos en obras de arte creadas con amor.

Si piensas en el tiempo que les toca vivir a los niños con sus padres, comparado con toda su vida, son unos diecisiete años; porque muchos van a universidades en el extranjero. Si el tiempo que los vamos a tener con nosotros es tan corto, ¿por qué entretenerlos con la Internet? Aprovecha el tiempo con tus hijos porque el reloj no se detiene a esperar que tú tengas tiempo para atenderlos. Cuando abras tus ojos te darás cuenta de que ya han superado tu estatura y han aprendido lo que todos le enseñaron por Internet y no lo correcto que debiste haberle enseñado. Cuando los oigas cantando canciones contrarias al orden de Dios, como por ejemplo: “Felices los cuatro”, refiriéndose a la pareja con sus amantes y cuando canten: ‘A mí me gustan mayores’, entre otras que han sido de las más escuchadas; entonces te darás cuenta que los maestros de tus hijos están en la Internet y no en el hogar.

Decídete hoy por tu hogar, para que cuando tus hijos lleguen a viejos, no se olviden de tus enseñanzas y vivas feliz observando la obra de arte que tu formaste con la ayuda de Dios.

¡Te deso éxito en la empresa más importante de tu vida, Tu hogar!

 

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