Un Dios de diseños

Líderes de Niños

 

“Asegúrate de hacer todo conforme al modelo que te mostré en el monte”. (Éxodo 25:40 PDT)

Antes de concretarse la creación esta tuvo que ser diseñada en la mente y el corazón de Dios. Su plan eterno fue concebido previamente de establecer sobre la tierra cada una de las cosas necesarias para ejecutar. Él diseñó todo lo necesario para suplir cada necesidad del ser humano y les encomendó dominar sobre todo lo creado. En ellos, hubo diseño de multiplicación, pues su simiente ya estaba en sí mismos esperando el momento histórico de su encomienda.

La naturaleza y sus recursos fueron creados antes que Adán y Eva para cubrir sus necesidades. Ellos, a su vez, antecedieron a sus hijos, en un orden perfecto para ser amados, protegidos y suplidos. Estas necesidades pasaron de ser unas muy básicas y naturales a tornarse en unas mucho más complejas con el desarrollo de las civilizaciones, hasta la sociedad posmoderna que enfrentamos hoy.

En un principio, la estrecha relación con Dios suplía de todo al ser humano, una vez el hombre desobedeció, el escenario se tornó complejo. Aunque la humanidad se equivocó, Dios continuó confiando en ellos y aunque históricamente ocurren cambios constantes, el plan eterno continúa inalterable.

Nuestros niños y jóvenes necesitan de papá y mamá, para ser provistos de amor, cuidado, alimento, techo, vestido, para la necesidad de conocer a Su Creador y mirarse a sí mismos en el lugar que les fue asignado dentro del plan eterno es primordial.

Es un momento histórico de muchos excesos y formas desenfrenadas de actuar, pero Dios confió en todo cuanto hizo, aun antes de crearlo. Tú y yo fuimos pensados para esta temporada, nuestros hijos, sobrinos y nietos tienen, igualmente, asignaciones que deben ejecutar. Aunque en nuestra humanidad cometamos errores, Dios no se equivoca al confiar en nosotros, su máxima creación.

La Palabra de Dios establece la importancia de la familia, pues en ese diseño serían bendecidas todas las familias de la tierra. Por lo anterior, el ataque al diseño maestro siempre ha sido tan violento; la serpiente atacó la mente, utilizó un argumento de mentira que, al ser escuchado por Eva, provocó que germinaran pensamientos e ideas muy alejadas de la verdad de su identidad y socavaron su relación con Dios.

Lo mismo ocurre hoy, por lo tanto, como padres, tíos, abuelos y maestros debemos capacitar a niños y jóvenes a guardar la Palabra en su mente y su corazón. Atesorar y creer cada cosa que Dios dijo de nosotros y quedó establecida en su Palabra para bendición. Es un tiempo de decidir y esforzarnos a vivir bajo sus diseños por el bienestar propio, por el de aquellos que nos rodean y por la redención de cada lugar que nos haya sido entregado como plataforma. Hay urgencia de que se levante una generación radical, que no se rija por las costumbres o la cultura de sus antepasados o aquellos lugares que habiten. Una generación que establezca diseños y los deje por herencia a sus hijos y los hijos de sus hijos. Los dardos son lanzados de forma constante; conocer y creer las verdades eternas hará la diferencia en ellos, sus familias y la nación.

Cuando compramos algo que viene en piezas, dependemos de las instrucciones detalladas y, en muchos casos, ilustradas para construir y disfrutar aquello que adquirimos. Seguir las instrucciones adecuadamente hará que los resultados sean buenos; en cambio, si procedemos a montar el objeto como mejor nos parezca, pueden sobrar tornillos o piezas y el resultado será desfavorable.

Dios fue detallado en sus diseños y espera que seamos diligentes y construyamos siguiendo sus instrucciones. Si Noé no hubiese seguido las instrucciones de Dios, la historia hubiese sido otra. Nuestras generaciones necesitan que le comuniquemos cuáles son esos diseños y que es necesario establecer una relación con Dios para que sean guiados en cada uno de los detalles para edificar en ellos.

Volver a lo básico, aunque nos parezca lógico.

  • Que conozcan su valor en Dios, que anhelen la revelación de su diseño y propósito al relacionarse con el Padre. Es necesario considerar el valor de la vida desde la concepción hasta la vejez, su valor no depende de su etapa de desarrollo.
  • Hay que entender que Dios estableció el matrimonio, un pacto entre tres; un hombre, una mujer y Dios. Un pacto de por vida y cuyo fin es compañía, apoyo y multiplicación. Su fin, conformar familias que sean de bendición a otras familias, que traigan luz en medio de la oscuridad, que con la verdad quede derrotada la mentira.
  • Es necesario comprender que les fue entregado un potencial para ser desarrollado y que todo cuanto hagan sea para Dios. Hay que valorar el trabajo y utilizar cada plataforma para establecer Su Reino de justicia y verdad.

En eso consiste nuestro camino, somos individuos, nos relacionamos, trabajamos y ministramos a través de todo lo que hacemos; no importa que la plataforma sea distinta. Tener y crecer en nuestra relación con Dios nos guía a vivir alineados con su voluntad. Parece simple, pero no conocer los diseños y el porqué de estos, en ocasiones, lo hace complejo.

Como adultos llenos de experiencias, buenas y malas, debemos cuidar la forma en la que hablamos con nuestros niños y jóvenes de temas como el matrimonio, el convertirse en padres, el trabajo; la semilla no puede ir contaminada de malas experiencias, sino marcadas de verdades eternas.

Por ejemplo: un fracaso matrimonial, no puede normalizar el divorcio, ni la libre convivencia. Esa experiencia que trajo consigo dolor y provocó heridas que tuviste que sanar, no hizo cambio alguno en los diseños de Dios.

El hecho de reconocer, a temprana edad, que cada decisión o paso en nuestras vidas debe hacerse teniendo en consideración el diseño preestablecido por Dios y sus instrucciones es la mejor garantía para el bienestar y la conquista. En Sus diseños encontramos el camino para influenciar y que se manifieste transformación a nuestro alrededor. Es necesario que sus vidas sean ofrenda, que sean tabernáculos vivientes que escuchen y sigan el consejo de Dios para Salvación.

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