Afirmemos los dones en los niños

ES DOMINGO EN LA MAÑANA. La clase de primer grado de la Escuela Dominical va muy bien. Lidia sonríe mientras sostiene las visuales para su maestro, el Sr. Lisak. A ella le encanta ayudar y se siente un miembro importante del cuerpo de Cristo. Cuando sea adulta, Lidia estará activa en el ministerio, porque el Sr. Lisak y otros maestros como él la están preparando. Al crecer, ella continuará su servicio.

LOS NIÑOS INCLUIDOS

El apóstol Juan escribió: «Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios, aun a los que creen en su nombre... excepto a los de 12 años y menores». ¡NO! «A todos» incluye niños y niñas. Las Escrituras son claras sobre la membresía en el cuerpo de Cristo: no hay requisito de edad. Niños, jóvenes y adultos pueden conocer a Jesús.

Cada miembro del Cuerpo tiene dones y habilidades importantes para ser utilizados en el ministerio dentro de la iglesia y en la comunidad, «Porque de la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros pero todos los miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero todos somos miembros los unos de los otros. De manera que tenemos dones que varían según la gracia que nos ha sido concedida» (Romanos 12:4–6).

Cada miembro puede contribuir a la vida y salud de la iglesia: «Y Él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo» (Efesios 4:11, 12).

INVÍTALOS A PARTICIPAR

Los maestros y las maestras que toman en serio la comisión de Efesios 4:11,12 están formando un ejército de entusiastas servidores. Los niños quieren que se les tenga confianza en el ministerio y necesitan ser preparados. Uno de mis objetivos cada semana, al enseñar en la Iglesia de Niños, es envolver a los niños en el ministerio. Cuando les doy la oportunidad, ellos con entusiasmo se ofrecen como voluntarios.

Observa bien a los niños en su clase esta semana. El niño que se ofrece para recoger los crayones puede tener el don de servir. Otro niño siempre se presta para orar por sus compañeros de clase. Quizá él sea un guerrero intercesor, esperando que lo animes en este sentido. Aquella que interrumpe tu clase con alguna información adicional sobre la lección podría tener el don de la enseñanza. Debes reconocer esto como más que una molestia. Otra niña quiere ayudarte a organizar las barritas de pegamento y los proyectos de arte. Tal vez tiene el don de la administración.

Estos ejemplos te pueden dar una idea. Nosotros los líderes de niños en la iglesia de hoy debemos prepararlos para que sean los líderes de mañana.
Comienza a verlos como miembros del Cuerpo y a tratarlos en forma acorde.
Permitir e incluso entrenar a los niños para ministerios específicos es un eslabón clave en la salud de la iglesia local. Esta generación debe participar en ministerios que les permitan desarrollar sus dones, conforme crecen físicamente.

Ora por la guía de Dios en el descubrimiento de los dones de los niños. Qué tragedia que los maestros y líderes, tanto en la educación pública como en el contexto de la iglesia, reconocen el talento de sólo aquellos que sobresalen en el grupo. Es mejor buscar los dones y talentos de cada individuo a quien sirves. Dios ciertamente ha dotado a cada miembro de su Cuerpo con dones especiales y necesarios para su salud.

QUÉ PUEDEN HACER LOS NIÑOS

La oración es un ministerio en que debe participar cada creyente, joven y anciano. A los niños y las niñas desde los dos o tres años se les enseña a orar el uno por el otro en la escuela dominical. Los niños en oración debe ser una práctica común en nuestras iglesias pentecostales. Ellos son invitados a reuniones de oración, no a dormir en los bancos de la iglesia, sino a tomar un papel activo en la intercesión.

Un niño con el don de servicio podría sacar y organizar los útiles y visuales que se usarán en la clase. Yo doy a cada niño que llega temprano la oportunidad de ayudar a organizar las sillas y a preparar el salón para la clase. Aquellos que les encanta repartir los papeles o meriendas podrían algún día ser misioneros médicos o coordinadores del servicio de alimentos de la iglesia.

Los niños pueden enseñar. Pueden actuar, crear y disfrutar de la experiencia de la Escuela Dominical. La clave para descubrir los dones es que cada niño tenga oportunidad de servir. Los más callados podrían no disfrutar los roles en que hay que hablar, pero ubícalos detrás del escenario de títeres y florecerán.

En nuestra iglesia, los niños sirven como ujieres y líderes de adoración. Participan en el ministerio de payasos, en equipos de títeres, y en ministerios de evangelización y atención a los necesitados.

¿Qué hacen los niños en su iglesia? Es hora de dejar que asuman el ministerio que Dios les dio para bendecir al Cuerpo de Cristo. Busca la sabiduría de Dios al incluir a los niños en el ministerio. La iglesia de hoy necesita sus ministerios, y la iglesia de mañana no podrá sobrevivir sin ellos.

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